La semana pasada ya os comentaba que me rondaba la cabeza hablaros de la diabetes tipo 3.
Sé que suena raro, pues de los tipos de diabetes con número, lo normal es conocer la tipo 1 (insulino dependientes) y la tipo 2 (en algunos casos insulino requirentes) pero también está la tipo 3, que es la de los “insulino querientes”
No tener un páncreas no funcional, no significa no tener diabetes. Porque seamos sinceros, compartir vida con alguien con diabetes, hace que tú también la vivas. Y, al igual que la diatetes tipo 1 y la tipo 2 no son lo mismo, la diabetes tipo 3 es diferente a ambas. Y aunque esté olvidada y no esté catalogada como una enfermedad, es tan crónica como las que te diagnostica un especialista.
No me voy a extender en lo que es este concepto porque ya lo han hecho por mí y lo han hecho muy bien desde la Fundación para la Diabetes, así que os dejo su enlace para que podáis entender a lo que me refiero http://www.fundaciondiabetes.org/infantil/246/la-diabetes-tipo-3
En mi caso, si ya os habéis dado una vuelta por el blog, tendréis claro que mi madre tiene una diabetes tipo 3 muy crónica porque no sólo le ha tocado cuidarme a mí durante años, sino que una vez que ya fui independiente, le tocó “debutar” a mi padre en esto de la diabetes, pero le tocó la tipo 2 (no nos gusta eso de repetir enfermedades en la familia 😉
De lo que no era consciente es de lo mucho que afecta al resto de gente que tengo cerca. Mis padres siempre han estado ahí ayudándome, tanto si he estado viviendo en casa como si vivía en otro lugar (porque esto de la rebeldía adolescente hizo que a los 20 años hiciera las maletas y me fuera a vivir por diversos lugares repartidos por la geografía de nuestro mapa) y el que mis padres se vieran afectados por mi estilo de vida siempre lo he asumido como algo normal, son mis padres al fin y al cabo, pero ¿y el resto de la gente? ¿Cómo les afecta?
A raíz de empezar a escribir el blog, iba a decir que me he vinculado más con la diabetes, pero creo que es imposible vincularse más con un estilo de vida, que vivirlo día a día, pero sí que he encontrado mucha más información que, no es que desconociera (sería falso decir que no sabía que la diabetes afecta a los que están a mi alrededor) pero que ha hecho que me replantee muchos puntos de vista y uno que me generado especial curiosidad, son mis diabéticos tipo 3.
Me gustaría preguntarles qué les pasa por la cabeza cuando están conmigo, si les preocupa que me pueda pasar algo, si tienen miedo de que me pase, si sabrían reaccionar en caso de que pasara algo. Y como éstas mil preguntas más.
Y lo voy a hacer. No tiene que ser fácil vivir cerca de un terremoto. Sé lo que significa ser el hepicentro, pero no sé cómo se vive siendo un “damnificado” por las sacudidas. No entendáis damnificado como algo negativo, es sólo un juego de palabras.
Con los años te das cuenta de que la gente se queda o se va de tu vida por muchos y diversos motivos, pero la curiosidad me puede y me gustaría saber en qué medida influye mi páncreas en ciertos momentos. Sé que mis diabetes tipo 3, no me valoran por el estado de mi páncreas, no me supone una gran limitación, pero ¿Qué piensan ellos?
Nadie se queda al lado de nadie por obligación, así que voy a preguntar a mis diabetes tipo 3 y os lo voy a contar también. Por lo que voy a crear una nueva categoría que será “Mis diabetes tipo 3” dónde yo no seré la voz, sino que cederé la palabra a mis amigos, familiares, compañeros y demás gente que se precie para que también tengan rinconcito.
Espero no tardar mucho en poder añadir contenido J
Nos leemos entre pinchazos. Besos dulces.
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