Vivimos en un momento social en el que la discriminación está en boca de todos y en el que muchas veces no sabemos encontrar las líneas que separan los extremos entre algo que discriminatorio y algo que sienta mal a gente con una sensibilidad sobrehumana.

Mi intención no es provocar un debate a este respecto ni mucho menos. La discriminación existe, está ahí, la vemos y la vivimos tod@s en nuestro día a día en mayor o menor medida. Y no sólo la vivimos, también la ejercemos y la toleramos, por acción y/o por omisión.

Esta reflexión viene a que este mes de marzo el  Gobierno ha confirmado que creará un grupo de trabajo para abordar la discriminación por razones de salud en el acceso al empleo público..

Tenéis más detalles a este respecto en la web de somos pacientes https://www.somospacientes.com/noticias/sanidad/la-diabetes-ya-no-sera-causa-de-exclusion-en-el-acceso-al-empleo-publico/.

En 2018 seguimos viviendo rodeados de prejuicios en cuanto al acceso a ciertos puestos de trabajo. Se ha estigmatizado a toda persona con páncreas no funcional y se nos ha condenado por ejemplo a cualquier opción de formar parte de la fuerzas de seguridad.

Incluso el defensor del pueblo está de acuerdo en que esto debería cambiar https://www.defensordelpueblo.es/noticias/diabetes-empleo-publico-revision/

No penséis que he visto frustrado en algún momento de mi vida el sueño de formar parte de las fuerzas de seguridad, nada más lejos, nunca me he sentido atraída por esta opción, pero me da rabia pensar a cuánta gente válida se le ha podido vetar esta opción sin pararse a valorar las condiciones de esa persona en concreto.

Si cada diabetes es un mundo, ¿cómo puede existir una normativa que nos discrimine en grupo de manera tan descarada? ¿Cómo hasta el 2018 no se han planteado reevaluar ésto?

Al igual que la FEDE me muestro bastante cauta, es más, no veo muy probable que vaya a cambiar en breve. Puede ser un primer paso, pero el camino es muy largo y aún queda mucho trecho por delante.

No estoy satisfecha ni agradecida por esta noticia, para cuando se abra esta puerta, si llega a abrirse, para mucha gente será tarde y sus sueños se habrán visto destruidos por llevar la etiqueta #diabetic@ que impide ver a la persona que hay detrás, sus capacidades porque se han limitado a mirarnos el páncreas olvidando que somos algo más que eso.

Nos leemos entre pinchazos. Besos  dulces.


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