Entendiendo las polis
La semana pasada vimos en Diabetes for dummies lo que es la insulina y cuál es su función.
Si no habéis leído esta entrada, os la dejo aquí por si queréis echarle un ojo antes de seguir.
Vimos que la falta de insulina imposibilita que la glucosa llegue a la sangre y ante la falta de energía que tanto necesita el cuerpo tira de las reservas que encuentra en el cuerpo y esas reservas las tenemos en forma de grasa.
BUSCANDO ENERGÍA DESESPERADAMENTE.
Consecuencia: el cuerpo se come a sí mismo. De algún sitio tiene que sacar la energía para funcionar, porque no solo se necesita energía para hacer ejercicio, que va, el cuerpo necesita energía para el simple hecho de vivir.
Respirar consume energía, los latidos del corazón consumen energía, pensar consume energía.
Y esto no significa que respirar fuerte ayude a adelgazar ni nada parecido que nos conocemos.
El principio básico del adelgazamiento es gastar más de lo que se consume. Y aquí se consume todo, porque el cuerpo no puede obtener la energía de forma correcta.
Ya tenemos uno de los síntomas más evidentes a ojos de cualquier persona y es la pérdida de peso inexplicable
Este es probablemente el síntoma más visual de la diabetes, pero no es el único. A esta pérdida de peso la acompañan las 3 polis.
Polifagia, poliuria y polidipsia.
Bonitas palabras, lo sé. Si sabes griego antiguo seguro que no te suenan a chino moderno, pero como no todos tenemos ese conocimiento de idiomas vamos a traducir a estas tres amigas que nos avisan de que debemos ir al médico.
POLIFAGIA.
Decíamos que antes del diagnóstico, es habitual sufrir una repentina pérdida de peso inexplicable. ¿Y por qué inexplicable? Porque si algo tiene una diabetes tipo 1 sin diagnosticar es hambre. A todas horas, en todo momento, de cualquier cosa. Da igual el qué, pero el caso es comer.
Nuestro cuerpo está pidiendo de forma desesperada energía.
Y cuando os hablo de hambre, os juro que es algo brutal. No es gula, no es eso de que voy a reventar pero aún tengo un hueco para el postre. Es tener de manera continua hambre, nada te sacia. Comes y sigues comiendo porque nunca se pasa esa horrible sensación de hambre.
Y para colmo, a pesar de comer y comer y comer y comer, te invade el cansancio.
En este punto, ya es más fácil de entender ¿a qué si? Efectivamente. No el cuerpo no tiene la energía que necesita por mucho que comamos. Perdemos peso porque hasta sin grasa nos quedamos, Y nos cansamos. Nos cansamos mucho.
Como dice la sabiduría popular: de donde no hay no se puede sacar.
POLIURIA
Otra de las maneras en que nos alerta el cuerpo de que algo no va bien, es mandándonos al baño cada poco. Y es que una diabetes sin controlar da ganas de mear.
Suena un poco a chiste, pero si el hambre es horrible, esto ya es llega en momentos a provocar situaciones entre vergonzosas y humillantes. Porque ganas de hacer pis tenemos todos, pero cuando no puedes aguantarlas, la vida se vuelve incómoda y mucho.
Pensad lo que supone tener que ir a mear cada hora (con suerte). Ahora piensa que estás en una reunión y que la reunión dura dos horas. Piensas que vas a poder aguantar, ¿a qué si? Pues desde aquí te digo, que no va a ser así. Vas a tener que excusarte y salir al baño porque la alternativa es peor. Y puede pasar.
Y qué dejo para las maravillosas noches en las que cada hora te despiertas para ir al baño. Si ya veníamos cansados desde el primer punto, añadidle el no dormir ni hora seguida.
¿Y estas ganas de dónde salen? Pues del sabio cuerpo que tenemos y que cuando algo está fallando de alguna manera lo tiene que compensar porque corregir el solo no puede.
La falta de insulina provoca que los niveles de glucosa en sangre sean altos al no poder entrar en la célula y servir como fuente de energía. El cuerpo regula que el nivel de glucosa en sangre se mantenga dentro de unos rangos correctos. Ante la falta de insulina, este exceso va aumentando cada vez más. Y por supuesto el cuerpo que sabe que eso sobra, va a tratar de eliminarlo. Y la manera que encuentra para hacerlo es esta.
Básicamente, meas dulce…
**Nota: aquí aparecen varios conceptos como la cetosis, cuerpos cetónicos y varios más en los que no voy a profundizar. Pero si queréis ampliar el tema pasaros por la web de DonSacarino que hizo una entrada muy buena a este respecto que os dejo aquí.
POLIDIPSIA
Para mear tanto hay que beber mucho y aquí entra otra de las señales. La sed. El ansia por beber. Aquí se puede decir que literalmente te puedes beber hasta el agua de los floreros. Agua, agua, agua… La necesitas. La boca siempre seca, la sensación de que te deshidratas por segundos (porque lo estás haciendo en verdad con tanto mear). Pero teniendo en cuenta que te pasas el día meando, normal que tengas sed y con lo que bebes, normal que mees tanto.
La pescadilla que se muerde la cola.
Si lo miramos en conjunto, es normal las polis vengan juntas. Se retroalimentan unas a otras y todo ello para evitar el colapso del cuerpo y para avisarnos de que algo no bien.
Espero que esta traducción os ayude a entender a las polis y saber lo que hace nuestro cuerpo y sobre todo por qué.
Eso sí, si alguna vez observáis que alguien puede estar padeciendo los estragos de estas tres, recordad que no somos médicos y que ante estas señales lo que hay que hacer es consultar con el especialista. No vayamos de listos por la vida, es mejor ir de inteligentes.
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