Por todos los que tenemos un páncreas no funcional (y por supuesto por todas aquellas personas que están día a día con nosotros) es sabido que la diabetes es una amiga rencorosa que si no  cuidas y manejas como se debe, tiende a traerte complicaciones.

Uno de los sentidos que se ve  más afectado por el mal control es nuestra vista por lo que anualmente es necesario acudir al oftalmólogo para que nos revisen el fondo de ojo y de esta manera detectar de manera precoz cualquiera de las complicaciones más típicas y que tenéis detalladas en https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/diabetes/informacion-general/prevenir-problemas/ojos

Esta semana me ha tocado mi revisión anual o como a mí me gusta llamarla el “día del Sr. Topo”. Como ya sabréis, y si no os lo cuento, para poder mirar el fondo de ojo lo normal es que te pongan colirio para dilatar la pupila y así someterte al escrutinio del médico. Gracias a este maravilloso colirio, durante interminables horas la luz se volverá tu enemiga y ver algo será por pura casualidad.

Admito que me dan miedo estas visitas. Hace ya unos años, me detectaron un principio de retinopatía diabética. Afortunadamente sigue en fase leve no proliferativa, lo que dentro de lo malo, es algo positivo. Pero aun así, cuando veo la cita programada, se me ponen los nervios en el estómago y me da por pensar ¿Y si ha cambiado a proliferativa?

La retinopatía diabética es una complicación causada por el deterioro de los vasos sanguíneos del ojo. Viene muy bien explicado en http://www.macula-retina.es/la-retinopatia-diabetica/

Inicialmente la retinopatía es asintomática, por lo que las revisiones son imprescindibles. No hay manera de detectar algo que no notas y el problema es que el día que la notas, puede ser tarde.

Cuando me dieron el diagnóstico de la retinopatía, aparte de llorar mucho porque era la primera complicación real que me diagnosticaban, le pedí a mi médico que me explicara bien que era eso de no proliferativa y que pasaba si eso cambiaba.

Tengo mucha suerte con mi endocrino, es  un gran profesional y me dejó todo muy claro. Ahora mis vasos sanguíneos están deteriorados pero mi cuerpo no está formando nuevos, eso significa que es no proliferativa.  Si se empiezan a formar vasos nuevos, ahí ya pasa a proliferativa. El problema de esos vasos nuevos que se forman es que son débiles y también tienden a romperse por lo que el proceso de rotura ya llegaría a afectar a la visión y en esa fase la única opción es el láser.

Aunque no utilice términos médicos, creo que la idea está muy clara y las consecuencias también. O por lo menos para mí, así fue. Hasta ese momento había hecho mucho el tonto, tenéis varios ejemplos de ello en https://galletasconveneno.com/vamos-a-contar-mentiras/ y https://galletasconveneno.com/keep-calm-ponte-la-insulina/.  Todo eso que me decían de las complicaciones, era algo totalmente ajeno a mí. Sentía que nada de eso me podía pasar a mí. Es duro despertar de golpe y darte cuenta de que ni de lejos es así.

Pero al menos desperté y por fin reaccioné y asumí que tenía diabetes (llevábamos juntas más de 18 años en ese momento, puede que incluso 20). Y empecé a cuidarme y cambié. Dejé de esconderme, de mentir y le puse a mi vida un círculo azul.

No es la mejor manera de aprender, lo sé, pero a la fuerza ahorcan. Y como ya dije en su momento, no me arrepiento de todas las tonterías que he hecho porque eso no cambiaría nada. Pero como no estoy ciega (ni lo quiero estar) y las imprudencias acaban pasando factura, decidí tomar el camino de los sabios y rectificar mi estilo de vida. ¿Y sabéis una cosa? Fue la mejor decisión de mi vida.

 

Nos leemos entre pinchazos. Besos dulces.


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