Ya se acercan las navidades y como cada año toca escribir la carta a Papá Noel y a los Reyes Magos (no es que crea más en uno que en otros, pero si que soy de la opinión de que si pido mucho, algo caerá y no me voy a cerrar puertas 😉
El caso es que como este año he sido muy buena, les he pedido un pancreas funcional, pero me da a mí que me va a tocar esperar un «poquito», así que mientras sigo esperando, he decidido darme una vuelta por el súper mercado a ver si entre villancico y villancico veía algún capricho no tuviera tantos hidratos de carbono como para necesitar medio bolígrafo de rápida. No soy especialmente golosa, pero en estas fechas como que el gusanillo del postre se despierta y como que apetece darse un pequeño «homenaje».
Así que me puse en modo Rastreator y pasé por la sección de polvorones, que aunque yo no soy muy fan, mi padre que tiene diabetes tipo II sí que lo es y me apetecía darle también una pequeña alegría. Os podéis imaginar mi alegría cuando vi sorprendida el cartel de Sin azúcar añadido en varios tipos de polvorones. Al mirar la cantidad de azúcar de cada uno de ellos me quedé gratamente sorprendida al ver que apenas tenían 0.5 gr de azúcares en 100 gr. Pintaba bien, no es mucho, es algo «asumible», pero mi mente diabética, sabe perfectamente que no es oro todo lo que reluce y evidentemente lo siguiente fue mirar la cantidad de hidratos de carbono (HC para los que sabemos de lo que hablamos).
Me sorprendió un poco ver que en 100 Gr tenían 67 gr de HC y otros 62 (joder con el sin azúcar añadido). Como soy de naturaleza curiosa, miré los mismo polvorones en modo azúcar añadido, y cuál no fue mi sorpresa cuando en 100 Gr me encuentro que tienen 66 gr de HC y 64 respectivamente.
Vamos a ver, a mí que me lo expliquen, despacito a ser posible, ¿Qué le habéis metido en lugar del azúcar para que tengan incluso más HC que sus hermanos azucarados????
Estas cosas me indignan, no porque jueguen con mis esperzanzas, son ya muchos años y esto es como la lotería, juegas aún sabiendo que no vas a ganar, sino porque me parece que me estás estafando en mi cara, sobre todo cuando muchas veces estos productos se anuncian como «Aptos para diabéticos». No te jode, a no ser que lleve veneno, todos los alimentos son aptos para diabéticos, solo tienes que calcular el bolo, ponerte la insulina y a comer se ha dicho.
Es demencial, cuando yo voy a comprar algo, miro su etiquetado y puedo más o menos interpretar si algo me conviene o me va a volver los niveles de azúcar locos, pero, ¿qué pasa con la gente que no entiende esto? No podéis jugar así con la información. No sabéis lo duro que es cuando alguien quiere tener un detalle contigo y se gasta un pastizal en productos «Sin azúcar añadido» y con toda su ilusión te hace ese regalo. Evidentemente lo agradeces, lo cojes y rezas por hacer bien el cálculo de los hidratos que puede tener.
Yo he tenido suerte y durante años gracias al servicio riojano de salud, he podido estar con una educadora en diabetes, cuyos conocimientos me han sido imprescindibles en mi vida. Llegó tarde a mi vida (yo debuté con 13 años y la conocí casi con 30) pero afortunadamente, llegó. Pero no todo el mundo ha tenido esa suerte. Aparte, existe más de un tipo de diabetes, y yo puedo ponerme insulina extra, pero ¿y la gente que no requiere de inyecciones al llevar otro tipo de tratamiento?
Al ver esto en el supermercado, evidentemente me indigné muchísimo y no compré nada y quizá os sorprenda ver las fotos de las pruebas en este post. ¿Sabeis por qué las tengo? Porque mi madre tuvo la misma idea que yo para mi padre y para mi y los compró 🙁
Fue duro explicarle que no se los enseñara a mi padre porque no señores, no, no son aptos para diabeticos, son una farsa injustificada y todo producto con ese rótulo debería ser denunciado por estafa.
Yo por mi parte, si me tengo que dar un dulce capricho no será a base de este tipo de productos. Procuro evitar las tentaciones, pero si caigo en ellas, lo hago con todas las consecuencias y no edulcorando una mentira sin azúcar.
Aprovecho para desearos unas felices y dulces fiestas.
Nos leemos entre pinchazos. Besos dulces.
0 comentarios